Hace ya un mes os hablamos de nuestra experiencia de crecimiento de cristales. Esta actividad que estamos realizando en la clase, nos sirve para trabajar algo que no teníamos previsto: la paciencia. Y como ahora veréis, el resultado ha merecido la pena.
En esta segunda parte del experimento queremos enseñaros como están creciendo nuestros cristales y la diferencia es considerable. Hemos hecho una fotografía al principio de la experiencia, cuando tan sólo llevaba un par de semanas. Y ahora en el mes de febrero hemos realizado la última toma (seguiremos tomando fotografías cada mes hasta final de curso).
Hemos observado cosas muy interesantes y dependiendo del bote y de la calidad de la sal algunos han están saliendo espectaculares.
En un principio todos los botes que tenían colorante rojo han cristalizado de forma más lenta. Los cristales de sal eran más finos y también hemos observado que no han tomado el color rojo del agua. Como podéis observar en este incluso el bote se está llenando de cristales. ¡Una pasada!
Pero el que más nos está sorprendiendo es este. ¡Fijaos que pedazo de cristal nos está saliendo! Estamos observando que la sal se está aglomerando toda en la parte superior, justo donde estaba hecho el nudo de la cuerda. ¡En ningún otro sitio están creciendo cristales! Observamos que cada vez es más grande y que todos los botes con tinte azul... ¡sin han tomado el color!
Otro de los botes que ha surtido efecto es este. Sería una mezcla de los dos anteriores. El cristal está cristalizando en el centro, pero se expande hacia los lados a medida que pasan los días y ha empezado a crecer también en la cuerda. ¡Sin duda nos ha encantado!
Seguiremos contando cómo va este experimento el próximo mes. ¿Cómo estarán nuestros botes?
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