Fuente Imagen | Banco de Imágenes INTEF |
Algunas de las características que hacen del juego una actividad fundamental para el desarrollo de los niños son:
- Es su principal forma de comunicación.
- Les aporta las primeras experiencias perceptivas que influyen en el desarrollo de los sentidos de la vista, el tacto y el oído.
- Les enseña a coordinar los distintos movimientos de las partes del cuerpo para conseguir un objetivo. Por ejemplo desarrollar la coordinación visomotora y psicomotriz (los ojos miran a donde se dirige la mano para coger un muñeco) y, por tanto, también desarrolla su inteligencia.
- Gracias al juego aprenden a focalizar su atención y su concentración.
- Potencian su autonomía.
- Facilita la aparición y el progreso de actividades físicas y destrezas motoras como saltar, lanzar, agarrar, trepar o balancearse.
- Es decisivo en la evolución del lenguaje.
- Resulta divertido, centra la energía física en la actividad, y ayuda a descargar agresividad y tensión. Es por tanto, una tarea liberadora.
- Constituye la principal manera de desarrollar la inteligencia y la creatividad.
- Es una actividad social, una de las primeras que utilizan para relacionarse con otros niños. A través del juego aprenden a cooperar, negociar, competir, asumir unas reglas, esperar el turno, tolerar, respetar y, cómo no, ganar y perder.
- Les permite conocer sus habilidades y sus limitaciones, lo que les lleva a desarrollar una sana autoestima y a aprender a expresar sus emociones.
- Pone de manifiesto las preferencias e intereses de los niños que, poco a poco, van influyendo en su forma de ser y en su personalidad.
- Influye en el aprendizaje de la toma de decisiones y de la resolución de problemas. Al crear estrategias, los niños ven las diferentes opciones que se les presentan y practican para elegir la que les resulte más apropiadas.
- Es una forma de aprender los roles culturales, los valores, las normas sociales y las relaciones con el mundo de los adultos. También de conocer el medio, los animales, los objetos, etc.
FUENTE | El manual de Supernanny. Ed: El Pais, 2007
Completamente de acuerdo contigo, Óscar. Una muy buena entrada :)
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