Cae la tarde de
un día de verano. El aire es cálido y pegajoso y a lo lejos se oye tronar.
Sobre la llanura
se cierne una hilera de nubarrones y comienza a granizar y a estallar
relámpagos.
De pronto
desciende de una nube un cono oscuro, como una enorme serpiente enroscada, y se
desata un inmenso estruendo. Es un tornado.
Un tornado es un
remolino de viento que forma un largo embudo. Cuando el embudo toca el suelo,
pueden ocurrir muchas desgracias. El tornado es capaz de lanzar por los aires
un camión pesado, arrancar los tejados de las casas e incluso árboles.
Los tornados se
producen cuando debajo de una masa de aire frío y seco hay otra de aire cálido
y húmedo. A medida que el aire cálido se eleva y enfría libera calor y agua,
haciendo que llueva y granice. Cuando comienza a fluir el aire para reemplazar
al aire cálido que asciende, se forma un remolino de viento.
Los tornados
pueden presentarse en muchos lugares del mundo, pero en general se producen en
la zona central de Norteamérica.
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