Estamos en periodo de Halloween, terror, brujas, ogros y oscuridad. Hoy quiero hablaros del miedo a la oscuridad.
Los niños desarrollan muchos miedos en las situaciones de oscuridad y es preciso empezar por definirlos: a los monstruos, a los ladrones, a los fantasmas, a atravesar un pasillo poco iluminado, etcétera.
Hay que establecer una rutina que dé tranquilidad al pequeño y contar con argumentos para discutir lo real de sus temores: "Miremos debajo de la cama para ver si hay algún monstruo", "vamos a quitar este peluche de aquí porque de noche te parece un fantasma", "ayúdame a comprobar que están todas las puertas y ventanas cerradas", "aquí está la linterna que puedes utilizar si te despiertas de noche y quieres ir al baño".
Para vencer este miedo habrá que jugar, sobre todo, con los elementos tiempo, intensidad y permanencia. Actuaremos de la siguiente manera.
- No empezaremos de noche; es preferible que apaguemos la luz de su habitación durante el día, nos metamos con él y nos tumbemos en la cama mientras nos contamos algo o reímos.
- Repetiremos la situación anterior de noche, pero esta vez nos levantaremos, le diremos que vamos a coger algo y le animaremos a que nos espere acostado. No debemos tardar; el niño tiene que tener éxito en este cometido. Cuando volvamos habrá que felicitarle y jugar con él, por ejemplo, a hacerle cosquillas, y si es a oscuras, mejor.
- Hay que aumentar los tiempos que permanece a oscuras sin la presencia de los padres. Se puede poner una cartulina en una pared y apuntar cada vez que aumenta el tiempo, como si fueran las marcas que va superando un deportista.
- Por la noche, apagaremos la luz al acostarle y, dependiendo de la reacción que tenga a la oscuridad le permitiremos: una luz en la mesilla durante toda la noche o hasta que se duerma; la luz del pasillo hasta que se duerma o un rato largo desde que se acueste -que iremos disminuyendo a medida que pasen los días y el niño vaya estando más cómodo en la oscuridad- o la luz del baño un rato corto desde que se acueste. Así hasta que pasemos a proponerle no encender ninguna luz tras acostarse.
- Utilizar otra imagen más poderosa que sustituya a la que tiene del fantasma. Por ejemplo, el fantasma temblando cuando aparece Hércules.
- Imaginarse luchando contra la imagen, que se va corriendo asustada
- Apagar la imagen que le da miedo: "Dale al interruptor de tu cabeza y apaga el fantasma".
- Ridiculizar a la imagen: el fantasma se cae de culo al intentar subir la escalera.
- Transformar la imagen que se le viene a la cabeza: ponerle bigotes al fantasma o pintarlo de color rosa.
- Jugar a las tinieblas o a la gallina ciega, con lo cual aprenderá a moverse sin luz,.
- Esconder tesoros en una habitación oscura y que los busque.
- Animarle a que llegue hasta el interruptor de la luz a oscuras.
- Permanecer con él en la habitación charlando sin luz.
FUENTE | El manual de Supernanny, Ed: El Pais, 2007
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