Fuente Imagen | Banco de Imágenes INTEF |
Hay algunas situaciones familiares que, si son habituales, pueden generar
comportamientos agresivos en los hijos:
- Mantener en casa un clima de discusión constante. Hay familias en las que la bronca es la forma habitual de diálogo; este comportamientos e lleva a cabo delante de los niños y con ellos mismo, convirtiéndose en parte de su repertorio de conductas.
- Establecer situaciones de competitividad. Algunos padres se empeñan en que sus hijos sean los mejores, no en que sean sencillamente buenas personas. Esto hace que no tengan ningún problema en pisar a quien haga falta para conseguir sus objetivos.
- Buscar culpables en lugar de buscar soluciones. Insistir en que es necesario saber quién tiene la culpa.
- Usar la disciplina como un castigo. Lo ideal es que los niños aprendan a respetar la disciplina, no a odiarla, que es lo que ocurre si se les amenaza con ella.
- Emplear cualquier tipo de amenaza para hacerles obedecer. Suele ocurrir que la amenaza es efectiva al principio, pero cuando se repite no tiene validez para cambiar el comportamiento de los niños, porque aprenden que detrás no hay ninguna consecuencia.
- Demostrarles que cuando uno se enfada consigue lo que quiere en tiendas, restaurantes, ventanillas, etcétera. Es conveniente que los niños no vean a sus padres usando comportamientos agresivos fuera de casa.
- Negarse a hacer las paces si ha habido alguna situación de enfado.
FUENTE | El manual de Supernanny. Ed: El Pais, 2007
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