En una gran isla
frente a las costas de África, vive un extraño animalito llamado ayeaye.
El ayeaye tiene
aproximadamente el tamaño de un gato. Vive en los árboles y sólo se muestra
activo de noche. Entonces salta entre las ramas de los árboles en busca de
alimento. La mayor parte del tiempo el ayeaye permanece en silencio, pero a
veces hace un ruido que suena algo así como “aye-aye”. De ahí le viene el
nombre.
El ayeaye tiene
unas manos de aspecto extraño. El dedo medio de cada mano es mucho más largo y
delgado que los otros. Para alimentarse, el ayeaye hace con los dientes unos
agujeritos en los troncos de los árboles y saca de ellos pequeñas orugas y se
las come. Par abeber, sumerge en el agua uno de sus largos dedos y luego se lo
mete de lado en la boca.
El ayeaye es uno
de los animales más amenazados. Casi todos los bosques en los que vive ha
desaparecido. Muchas personas tratan de matar a los ayeayes que ven porque
creen que traen mala suerte. Así pues, el ayeaye está en una situación apurada.
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