Actualmente podemos definir dos perfiles de abuelos en función del papel que desempeñan con sus nietos:
- Los abuelos de fin de semana, es decir, aquellos que se quedan con sus nietos de forma esporádica, debido a determinadas circunstancias de los padres. Suelen entender su papel como algo voluntario y que desean hacer, con agrado y sin vivirlo como una obligación de la que no pueden escapar.
- Los abuelos que se convierten en cuidadores de sus nietos por necesidades laborales y económicas de los padres, y que terminan por ejercer la labor de canguros y educadores de forma obligatoria.
Algunas pautas útiles para los padres cuando piden la colaboración de los abuelos son:
- Los abuelos necesitan tiempo para ellos, para sus cosas, aunque en ocasiones puedan parecer absurdas al resto de la familia. Hay que diferenciar entre dejarles a un niño de vez en cuando y hacerlo por norma.
- Es importante no convertirse en educadores de los abuelos. Si se está intentando cambiar algún comportamiento del niño, los padres pueden coordinarse con los abuelos y pedirles que sigan una determinada actitud, evitando las exigencias.
- Hay que comprender sus limitaciones y tolerar sus defectos.
- Asimismo, no hay que dar por hecha su labor y agradecer el esfuerzo que hacen.
- Por último, es fundamental escucharles y respetar su forma de pensar, aunque no coincida con la nuestra.
Cuando las circunstancias convierten a los mayores en educadores de los nietos, hay que llegar a un consenso que equilibre esta nueva función sin perder el talante de complicidad que han tenido tradicionalmente, y eso es posible si padres y abuelos dedican tiempo a hablar y consiguen llegar a acuerdos.
FUENTE | El manual de Supernnany (2007) Extracto
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