Podemos construir
casas de madera, piedra o metal. Podemos hacer telas de algodón, seda o lana.
Pero, ¿cómo podríamos fabricar neumáticos, balones o gomas sin caucho?
Es difícil pensar
en otra sustancia que sea tan impermeable al aire y al agua, elástica,
absorbente de los golpes y resistente al uso como el caucho.
Los árboles del
caucho se cultivan en grandes bosques llamados plantaciones, que abundan sobre
todo en Malasia e Indonesia. Para obtener el caucho del árbol, se practican incisiones
en su corteza. De los cortes rezuma un jugo llamado látex, que se recoge en un
recipiente situado debajo del corte.
El látex se envía
a la fábrica y allí se transforma en caucho duro y elástico. Así que la próxima
vez que vayas en bicicleta o en coche, da las gracias al árbol del caucho. Sin
él no tendrías un paseo tan confortable.
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