En la tabla que se adjunta en este artículo se resumen las conductas agresivas normales en el desarrollo del niño. A los padres y maestros os tranquilizará saber que todos los niños pasan por ellas; de hecho, que no lo hagan debería ser motivo de preocupación.
Edad
|
Motivo
de la conducta agresiva
|
Manifestación
agresiva
|
Objetivo
|
0-1
|
No satisfacción de sus necesidades (sueño, hambre, aburrimiento,
necesidad de contacto físico, dolor, etc.)
|
Lloro.
|
Reducir la tensión.
|
2-3
|
Conflictos con la autoridad (“edad del no” y del “yo solo”).
Aparición de los celos y la envidia.
|
Rabieta.
|
Autonomía.
|
4-5
|
Frustración.
|
Desobediencia. Rabietas menos intensas dirigidas principalmente a
padres y hermanos. Peleas.
|
Integración de la norma.
|
6-7
|
Rebeldía contar la norma (comienza a asimilar las normas morales)
|
Los niños se pelean físicamente; las niñas, verbalmente.
Desplazamiento de la ira hacia un hermano o chivo expiatorio. Fuerte
sentimiento de competencia.
|
Adaptación social y control de los sentimientos.
|
7-14
|
Fuerte sentimiento de justicia. Defensa de derechos, desde su
perspectiva. Búsqueda de identificación con el grupo y diferenciación de los
padres.
|
Aparente rechazo a lo familiar. Estallidos de ira.
|
Autocontrol, empatía y autoestima.
|
Las alteraciones de comportamiento hostiles en el niño forman parte de su desarrollo, y se pueden considerar normales. Cuanto más pequeño es, más enérgicamente pide lo que necesita o rechaza lo que le molesta como reacción contra todo lo que suponga frustración o restricción.
Que forme parte de su desarrollo no quiere decir que haya que esperar a que crezca para que se le pase, sino todo lo contrario: en la mayoría de los casos será la intervención de los padres la que marque la diferencia entre un niño con alteraciones en su comportamiento y otro con conductas adecuadas.
FUENTE | El manual de Supernanny, Ed: El Pais, 2007
0 comentarios :
Publicar un comentario
¡Gracias por participar! =)