Soy de los que aprendió a leer con Micho. Reconozco que me despierta mucha ternura y simpatía hablaros hoy de este método de lectura, porque para mi no es un método cualquiera... para mí es "El Método".
Los que hemos aprendido a leer con Micho, recordamos perfectamente como aquellos tres gatitos soplaban muy fuerte para echar al abejorro de su casa y, de paso, nos metían (como el que no quiere la cosa) el sonido f o aquella vez que el papá volvía a casa y los tres gatitos bien arropaditos oían el ruido de la moto al llegar "rrrrr, rrrr, rrrr". Doña Rosa, que era mi maestra de Infantil, sólo tenía dos libros de Micho que cada día nos llevábamos a casa dos afortunados de la clase.
El método creado por Aurora Medina, nos ha enseñado como con cinco personajes podemos llegar a vivir aventuras literarias que entonces eran básicas como sus dibujos. Papá Micho, Mamá Gata, Morito, Canelo y Michín eran los cinco protagonistas de aventuras dispares reflejadas en los primeros libros con dibujos planos y trazos de color que poco tienen que envidiar hoy a los que las editoriales ofrecen a base de Photoshop. Para mí, la magia está ahi... en esos míticos dibujos que ya no se ven... dibujos que parecen coloreados por un niño mientras repite el sonido "U, u, u" que hacían los gatitos imitando el aullido del lobo como si le hiciesen burla.
El método Micho es un libro de lectura que básicamente, como os he contado, gira entorno a la historia de una familia de gatos. A través de diversas aventuras y sueños van presentando los distintos fonemas que componen el abecedario. En aquel entonces el método era innovador, pero actualmente podemos asistir a que muchos de los métodos que presentan las editoriales tienen demasiadas reminiscencias de Micho.
Micho estaba adaptado a los ciclos psicológicos de los niños, encontrábamos una predominancia de la palabra y el movimiento, ya que el método presentaba imágenes que asociaban un movimiento a cada uno de los fonemas, de esta forma ayudaba mucho a la hora de recordar y asimilar.
La fase animista de Micho, que se presenta también su introducción, permite que al dramatizar las distintas escenas del cuento se de vida a los gatitos, como si se trataran de seres humanos realizando sin esfuerzos la transposición de su personalidad en estos personajes. Además la brevedad en los cuentos hacía que se recomendase dar un fonema por día.
Cada letra se representaba como observáis en la parte superior. En una lámina, de un lado encontrábamos la letra y del otro el dibujo. La lámina de lectura se abría con la representación gráfica del movimiento que se asociaba al fonema, después se describían los sonidos del fonema con las vocales y a continuación palabras sueltas. A medida que se avanzaba en el método se iban incluyendo más palabras, sonidos e incluso las primeras composiciones.
En la lámina de dibujo, encontrábamos una imagen que se asociaba al cuento (incluido a modo de anexo en el método) donde se podía apreciar también, cómo aparecía el fonema en forma de grafía.
Actualmente Micho se ha adaptado a los tiempos, ya veis que la editorial ha renovado el método, aunque manteniendo la esencia. Es parte de nuestra educación, sobretodo de los de mi generación, y un método bastante bueno, que yo he usado como refuerzo y la verdad da buenos resultados.
2 comentarios :
Muchos nos acordamos de Micho jeje Un buen método. Aprovecho para darte la enhorabuena por el premio. Muy merecido!!!!!!! Un abrazo.
gracias micho ahora estoy buscando un libro para mi hijo
Publicar un comentario
¡Gracias por participar! =)