Fuente Imagen | Banco Imágenes INTEF |
El TDAH se manifiesta en las dificultades que tiene la persona para controlar su conducta, presentando problemas de atención, déficit en el control del impulso o inhibición y excesiva actividad. A esto se añaden otros dos problemas: la dificultad para seguir las normas e instrucciones y una excesiva variabilidad en sus respuesta a las situaciones, particularmente en el trabajo.
Los niños con TDAH están constantemente "fuera de la tarea" y se distraen con una enorme facilidad. Tiene dificultad para seguir las normas e instrucciones. El exceso de actividad que despliegan molesta al resto de los compañeros.
Además de esta sintomatología específica, suelen presentar otros problemas asociados: dificultades de aprendizaje, trastornos del lenguaje, ansiedad, trastornos del afecto, desórdenes por estrés ambiental y socio-familiar, trastorno de conducta, baja competencia social, trastornos en el control motor y perceptivo-visual, tics...
Debido a este abanico de síntomas el grupo de niños con TDAH es muy heterogéneo. Pero, en todos los casos, nos encontramos ante un problema realmente serio para el niño que lo sufre y para las personas clave de su entorno, sobre todo familia y profesorado, por las implicaciones que conlleva en el funcionamiento cognitivo y social del sujeto y por su naturaleza esencialmente crónica.
0 comentarios :
Publicar un comentario
¡Gracias por participar! =)