Fuente Imagen | Banco imágenes INTEF |
La lluvia cae sin cesar durante horas. El río comienza a fluir más
deprisa a medida que crece el nivel de sus aguas. Finalmente, el caudaloso río
rompe sus barreras e inunda las tierras que lo limitan.
Cuando un terreno habitualmente seco se cubre de agua, decimos que se
ha inundado. Una zona habitada, al inundarse inesperadamente, puede
experimentar grandes desgracias.
Algunos ríos se desbordan periódicamente, y los vecinos se aseguran de
que casas y edificios se construyan sólidamente para que no se los lleve la
riada, o bien elevan el nivel de las riberas para contener el caudal del río.
Pero existen otros ríos más peligrosos que se desbordan
inesperadamente. Eso suele ocurrir en lugares montañosos. En primavera
empieza a derretirse la nieve y el huelo
de los picos de las montañas, aumentando el caudal de los arroyos y haciendo
que fluyan más deprisa. Si además llueve torrencialmente, un inmenso alud de
agua se desliza por las laderas y apenas queda tiempo de advertir a la gente
que se avecina una riada.
Muchas veces, estas riadas torrenciales se saldan con la pérdida de
vidas humanas.
Cuando la inundación es provocada por el mar se llama inundación
costera. Un violento temporal acompañado de fuertes vientos se abate sobre el
mar, y levanta olas inmensas que se precipitan sobre la playa y la tierra.
Estas inundaciones se producen cuando el temporal sobre la costa coincide con
la marea alta.
1 comentarios :
Gracias por la información, Óscar. Un saludo.
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