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Las aves tienen sus
extremidades inferiores acomodadas a su forma de vida. Las que viven en los
árboles tienen dedos que se enroscan en las ramas, proporcionándoles así una
firme sujeción. El agarre es tan fuerte que las aves no se caen, incluso cuando
duermen.
Algunas aves encuentran sus
alimentos en la tierra. Sus cortas y afiladas uñas son como rastrillos.
Escarban la tierra para sacar insectos y semillas. Otras, como los patos,
gansos y cisnes, tienen aletas en las patas, que les ayudan a nadar en el agua.
Las aves de presa que comen pequeños animales y pajarillos tienen garras agudas
y curvadas, que usan para atrapar a los animalitos que cazan.
El águila de cabeza blanca
posee fuertes garras curvadas para agarrar su presa. El alcatraz patiazul tiene
los pies palmeados que le sirven de remos en el agua mientras que el arrendajo
azul, cuando se posa sobre una ramita, emplea el dedo posterior como si fuera
un pulgar.
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