El Tyrannosaurus rex es el mayor animal
carnívoro que ha existido en la Tierra. Su cabeza tenía más de un metro de
largo. Sus dientes, que parecían puñales, tenían una longitud similar a la de
la mano de un hombre.
Un animal de
estos, en plena caza, debía de ser algo terrible. En sus merodeos, este temible
depredador dejaba en el barro las enormes huellas de sus patas de tres dedos.
Como era un animal
tan grande y pesado, no podía correr mucho para conseguir su alimento.
Tal vez esperaba
hasta que se acercaba un animal y entonces se abalanzaba sobre él.
O quizás se
limitaba a vagar de un lado a otro, buscando los cuerpos de dinosaurios muertos
para comérselos.
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