Las ballenas
parecen enormes peces, pero son mamíferos. Pasan toda su vida en el agua, pero
respiran aire como nosotros. Si una ballena permanece demasiado tiempo bajo el
agua, se ahoga.
Las ballenas
normalmente nadan justo por debajo de la superficie y salen a respirar aire de
vez en cuando. Esto hace que se introduzca mucho oxígeno en su sangre. Cuando
bucean casi se les vacían los pulmones, pero el oxígeno que han absorbido es
suficiente durante la zambullida. Cuando regresan a la superficie, la pequeña
cantidad de aire que les queda en la tráquea es expulsada a través del orificio
respiratorio que tienen encima de la cabeza, produciendo un ruido muy fuerte.
Después toman aire de nuevo.
Las ballenas no
tienen sentido del olfato y la mayor parte poseen una vista deficiente, pero
sus sentidos del tacto, gusto y oído son muy buenos. “Hablan” las unas con las
otras emitiendo chillidos que pueden oír a grandes distancias. Nosotros podemos
oír algunos de ellos, pero otros son tan agudos que sólo pueden percibirlos las
ballenas.
Podría parecer
que estas ballenas tan grandes comen cosas grandes, pero las gargantas de la
mayor parte de ellas son demasiado pequeñas para tragar cosas mayores que una
naranja. La ballena azul, la ballena franca, el rorcual y la yubarta comen
placton, conglomerado de plantas y animales microscópicos.
Otras ballenas
son comedoras de carne. El narval y el zifio comen peces, cangrejos y
langostas. El cachalote también come peces, mientras que la feroz orca devora cualquier
criatura marina.
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