Hoy toca hablar de uno de los métodos por excelencia de la lectoescritura y que todo maestro o persona dedicada al mundo de la educación conoce. Antes de comenzar con el desarrollo del post, quiero que tengáis claro que, el Método Montessori es un modelo que integra y desarrolla de forma paralela la escritura y la lectura, es decir, es un método que sirve para desarrollar ambos procesos siendo el ejemplo claro de lectoescritura.
A efectos expositivos, como habéis podido ver en el esquema de presentación que estoy utilizando a lo largo de estos posts, he separado el método Montessori en lectura y en escritura, por lo que, aquí hablaremos sólo de la parte de lectura del método ya que para la de escritura dedicaremos otro capítulo. Hay que tener en cuenta que, al ser un método que integra muy bien los dos procesos a veces, os hablaré también de escritura aquí y viceversa, puesto que, para poder entender algunos procesos y actividades, al haber una simbiosis tan alta entre ambos es muy difícil separarlos para poder explicar cómo es el método realmente. Pero vamos al lío.
Nos encontramos con una metodología de lectoescritura pura y dura entre nuestras manos. En esta metodología afirman que los niños tienen una serie de periodos sensitivos donde en uno de esos periodos el niño va mostrando interés por las letras escritas, por la lectura. Este método da una importancia trascendental a lo que ellos llaman el desarrollo sensorial, que no es ni más ni menos que un proceso que implica, valga la redundancia, el desarrollo de los sentidos del niño: “cuanto más avanzados estén esos sentidos, más aprenderán, más fácil será”.
En el Método Montessori entran en juego los sentidos del oído, el visual y el táctil. El sentido auditivo es vital y fundamental para iniciar un proceso de lectoescritura, el niño necesita escuchar perfectamente los sonidos asociados a las letras, para luego reconocerlos dentro de la palabra. Además, gracias a la vista puede reconocer la forma de las letras, algo que, el método Montessori trabaja muchísimo y convierte en un pilar fundamental de su metodología. El sentido del tacto ayuda a que el niño vaya integrando la forma de las letras y le permita así reconocerlas. ¿Veís? Gracias a los sentidos y a su desarrollo, se puede aprender más rápido. Cuanto más desarrollados tengas los sentidos mencionados, más fácil será para él poder adquirir los aprendizajes de la lectura o la escritura.
En este proceso de alfabetización la memoria juega un papel fundamental, hay que tener una memoria visual y auditiva muy buena para acordarse de los sonidos que corresponden a las letras y de la forma de estas. Vamos con un poco de historia.
CONTEXTO HISTÓRICO
Hablemos de ella, María Montessori. Esta maestra italiana se licenció en medicina, fue la primera mujer en Italia en ser médico. Estudió lo que no está escrito y se inclinó por la pedagogía. Elaboró en 1898 un método para niños con necesidades y en 1907 inaugura su primera Casa Bambini que será el origen del método.
Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20978536 |
Escribió muchísimas obras, entre las que destacan “Método de la pedagogía” y “La mente del niño".
El método Montessori aparece por primera vez en 1907 coincidiendo con la apertura de su primera casa. Montessori ya tenía una larga trayectoria. El método que esta pedagoga italiana desarrolló estaba basado en las teorías del desarrollo del niño. Los movimientos de renovación pedagógica de los últimos años han hecho que este método se haya estudiado científicamente y se haya actualizado haciendo que las ventajas de su aplicación aumentasen como la espuma.
CARACTERÍSTICAS DEL MÉTODO
Hablar del método Montessori nos obliga a entender cuáles son las características, los pilares fundamentales que lo sustentan. Se trata de un método que potencia los principios de autonomía del alumnado, respeto a la iniciativa personal, capacidad de elegir actividad, voluntad propia, autodisciplina, el error como parte del aprendizaje, el silencio y la libre movilidad. No existe la competencia entre niños y todo se sustenta en un clima de amor, cordialidad y cariño hacia los alumnos.
Se trata de un método que da muchísima importancia a una serie de aspectos, que se convierten en las características propias del método, recordemos, tanto en la parte de lectura como en la de escritura:
Se trata de un método que da muchísima importancia a una serie de aspectos, que se convierten en las características propias del método, recordemos, tanto en la parte de lectura como en la de escritura:
- Tener en cuenta los periodos sensitivos del niño. Ya lo hemos hablado al principio de este capítulo, son momentos en los que el niño está especialmente receptivo a ciertos aprendizajes. En el caso de la lectura, según el método los niños suelen ser capaces de aprender a leer entre los 4 y los 6 años de edad.
- Respeto de la autonomía. Las ganas deben salir del propio niño, es decir, él debe elegir la actividad que quiere realizar. En las escuelas Montessori, los niños pueden moverse libremente –respetando las reglas de la vida en grupo- ellos escogen, de acuerdo con sus intereses qué actividad o tarea desempeñan.
- El ritmo lo marcan ellos. El respeto al ritmo de aprendizaje es vital. Cada niño tiene su ritmo para aprender y aquí la precocidad no es un valor añadido, puesto que no asegura un desarrollo y rendimiento excelente. Algunos niños pueden presentar más dificultades y necesitar más tiempo, por eso este método les conviene.
- La diversidad es clave. El aula se organiza de forma que existen rincones y la atención es individualizada. Existen pequeños grupos o un gran grupo.
- Niños que ayudan. En el método se hace mucho hincapié en la empatía y las habilidades sociales. Por ello, al convivir con otros niños, hay que adecuarse unos a otros. La ayuda es un gesto muy inculcado por parte del método.
- El entorno. El aula es un espacio que facilita el aprendizaje tanto de la lectura como de la escritura. Las escuelas Montessori organizan la vida y enseñan al niño a trabajar en grupos y a realizar tareas de la vida diaria.
- En esta obra todos tienen un papel. Es un método que no deja nada olvidado. Cada persona tiene un papel y la importancia de su acción dentro del desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje (o lectoescritura, que es lo que nos ocupa) es fundamental.
Estos son a grandes rasgos los aspectos más importantes del método, pero nosotros vamos a centrarnos en el componente lectoescrito, porque ya veis que es un método que abarca muchísimo más. Dentro de la alfabetización lectoescrita del método Montessori los materiales sensitivos juegan un papel fundamental, son el soporte, la base, el punto de partida de los dos procesos: escrito y lector.
PROCESO DEL MÉTODO MONTESSORI (LECTURA)
Como ya hemos dicho, Montessori afirmaba que el proceso escrito precedía al de la lectura, por ello hay que tener en cuenta que, antes de desarrollar el proceso lector que a continuación vamos a desgranar, había o hay que desarrollar el proceso escrito, no de forma completa pero sí iniciarlo. Esto no significa que se lleven a cabo de forma aislada, pero sí se comienza por uno y se continúa por el otro, encauzándolos de forma paralela. Algo parecido a lo que ocurría con el método fonético. La lectura y escritura son dos actividades complejas que requieren que los niños desarrollen muchas técnicas y habilidades diferentes usándolas coordinadamente.
El método Montessorri para aprender a leer y escribir presenta claras diferencias respeto a otros. No se pasa por el recuento de sílabas –unidades de dos o más letras- como lo hace el método tradicional. Se enseña al niño a reconocer cada fonema, cada elemento de la palabra. Por ejemplo, el niño tiene que aislar en la palabra “perro” tres fonemas: p-e-r-r-o.
Para iniciar el proceso de lectura, vamos a tener en cuenta algunos materiales que se van poniendo en marcha a medida que se desarrolla el método, se comenzará con los sonidos como base del proceso. En todo momento vamos a utilizar el apoyo visual de la letra ligada que es un elemento reconocible del método Montessori.
1. Aprendizaje del sonido de las letras. El primer paso es que los niños aprendan a conocer las letras y se interesen por ellas. El código alfabético, es decir, el abecedario se presenta al niño y se le van enseñando los sonidos de las letras para que los conozcan. Por ejemplo, la letra “M”, no sería “eme” sino “mmmm” (igual que en el método alfabético y silábico). Los niños aprenderán a leer usando los sonidos para formar palabras.
Antes de que los niños vean las grafías, es necesario trabajar con los sonidos y para ello se utiliza un material que no es propio del método Montessori pero que sí se utiliza en esta metodología: la caja de sonidos.
La caja de sonidos es un material muy dinámico y llama mucho la atención de los niños. Se trata de una caja compartimentada donde existen un cajón para cada uno de los fonemas. Dentro de esos cajones hay objetos o elementos que comienzan por ese fonema. Los alumnos deben ir metiendo los objetos en el cajón que corresponde.
Este trabajo es muy importante, porque es necesario que los niños vean los sonidos que van conformando las palabras. Cuando está dominado se procede a pasar a materiales como el papel de lija, donde el proceso de la escritura también entra en juego.
Aquí lo que estamos trabajando es la “conciencia fonémica” que es la capacidad de separar las palabras en fonemas. Está demostrado que los niños tienen menor dificultad para hacer esto (respecto a su edad) que los adultos. Una vez esta aptitud haya sido adquirida el niño está preparado para aprender a leer. Como el niño aprende mejor manipulando, se introduce en la siguiente fase materiales como las letras de lija, alfabetos…
2. Aprendizaje de las grafías con las letras de lija. A partir de este momento ya existe una simbiosis entre el proceso de lectura y escritura. Pero nosotros vamos a centrarnos en la parte de lectura. Los niños pueden comenzar a manejar las letras cuando reconocen los sonidos que componen una palabra. Siempre se comenzará por las letras de arranque y de las letras más simples a las más complejas. Para llevar a cabo este aprendizaje se utiliza un material que sí es propio del método: las letras sobre papel de lija.
Son letras de lija sobre una tablilla de madera o cartón. El niño sigue con la yema del dedo el trazo de la letra mientras pronuncia su sonido. Con este material desarrolla el sentido del tacto y también el del oído. Este material hace que se produzca un primer acercamiento a las letras para poder diferenciarlas por su grafía y por su sonido. Las letras de lija se aplican en 3 tiempos:
- Tiempo 1: es un tiempo de asociación del nombre con el objeto. En el caso de las letras rugosas, corresponde a la presentación de las letras por grupos de tres, una después de la otra. Se deben elegir letras contrastadas por su forma y su sonido.
- Tiempo 2: es un tiempo de reconocimiento. Se trata de un auténtico desafío intelectual para el niño. Es el tiempo más largo, y debe continuar hasta que la asociación se haya establecido de manera sólida.
- Tiempo 3: siempre con las tres mismas letras, ahora se pondrá a prueba el conocimiento del niño haciéndole una pregunta abierta: “¿Cuál es el sonido de esta letra?”.
No hay que quemar etapas, si un niño no es capaz de adquirir o consolidar una letra, se debe presentar en el siguiente grupo de tres letras. Una vez se ha adquirido el sonido de las letras se pasa a la construcción de palabras.
3. Aprendizaje de palabras. Ahora la dificultad aumenta y se enseñan palabras sencillas. El método hace hincapié en separar el nombre y el sonido para no generar gran confusión. Una vez entendidos los mecanismos de la lectura, los niños pasan por una etapa de descodificación. Descifran las palabras con mucho esfuerzo y con lentitud. Poco a poco, su memoria se activa y empiezan a reconocer las palabras de forma automática. Sin apenas darse cuenta, entran en el mundo de la lectura.
El aprendizaje de palabras podemos realizarlo con dos materiales: el alfabeto móvil o las tarjetas de nomenclatura.
El alfabeto móvil está formado por letras de madera recortadas: las vocales van en azul y en rojo van las consonantes. De esta forma visual se diferencian cada tipo de letras. Esto consigue que el niño comience a formar palabras e incluso frases puesto que superar la dificultad en esta fase es relativamente sencillo.
Las tarjetas de nomenclatura son un material que se compone de imágenes y de palabras o textos clasificados en sobres y estructurados de la forma siguiente:
- Tarjetas de nomenclatura 1: un dibujo y su nombre en una tarjeta cuadrada (tarjeta de control) y la misma tarjeta sin el nombre (tarjeta muda) acompañada de una etiqueta solo con el nombre.
- Tarjeta de nomenclatura 2: el mismo dibujo que en la tarjeta 1, pero en gris. Solo está coloreada la parte descrita en la tarjeta de texto que la acompaña. La palabra que corresponde a la parte que se describe está escrita en rojo y el resto en negro.
- Tarjetas de nomenclatura 3: el nombre en rojo de las tarjetas 2 está recortado y separado del resto del texto. El niño debe encontrar el nombre que corresponde a la definición.
- Tarjetas de nomenclatura 4: el texto de las tarjetas 2 está recortado como un puzle, de manera que el niño puede recomponerlo. De este modo está obligado no solo a descifrar el texto si no también a comprenderlo.
Este material sirve de tránsito hacia la siguiente fase, el aprendizaje de frases. Os dejo aquí un enlace por si queréis ampliar información sobre este material y otro que me ha servido de bibliografía para este capítulo.
4. Aprendizaje de frases, oraciones y textos. Cuando el hábito de la lectura se ha adquirido conocerán ya de forma natural el nombre de las letras. Ahora podrán leer oraciones, como por ejemplo estas que os mostramos. Se tratan de órdenes en letra cursiva, que ayudan a trabajar la comprensión. Si el alumno ha entendido el texto se lleva a cabo la acción.
Para tener una idea global de todo lo que os acabo de contar, el método Montessori puede resumirse perfectamente como un proceso donde cada una de sus fases se sustenta en un material manipulativo concreto. Esta infografía resume lo que os he contado:
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VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL MÉTODO MONTESSORI (LECTURA)
Este método presenta muchísimas
ventajas, como ya hemos señalado anteriormente su revisión científica y la
actualización a los contextos sociales ha hecho que no haya quedado en desuso y
que durante muchos años haya sido el método de lectoescritura por excelencia.
Pero también presenta algunos inconvenientes que debemos tener en cuenta.
Las ventajas del método son:
- El niño es lo más importante, es el principal protagonista.
- El desarrollo sensorial del niño es vital para el desarrollo del método, además de leer y escribir se potencia el oído, la vista o el tacto.
- El aprendizaje es individualizado. El maestro utiliza diferentes actividades educativas de modo que nadie esté haciendo lo mismo.
- Se utiliza la observación como base de su trabajo.
- Ayuda a crear una toma de conciencia de las necesidades de los demás, puesto que fomenta a los niños mayores a ayudar a los más pequeños.
- Los materiales con los que se trabaja son muy sencillos de elaborar y fáciles de aplicar.
Los inconvenientes encontrados
son:
- Puede crear preocupación entre los padres, lo que requiere que éstos reciban alguna formación acerca del método.
- Los problemas de adaptación al nuevo sistema por parte del niño, requiere que los padres estén vigilantes.
- Los padres deben hacer accesible al niño en casa todo lo que este va utilizar durante el desarrollo del método.
- Se empieza a escribir antes que a leer. Para poder leer se necesita una maduración cerebral superior que para la escritura, e spor eso que el niño puede formar palabras que aún no lee.
- La lectura es un proceso más complejo, es la síntesis de los sonidos de una palabra.
- La lectura que se inicia es una lectura mecánica.
ACTIVIDADES Y ESTRATEGIAS PARA DESARROLLAR EL MÉTODO
Ya hemos visto a lo largo de este post algunos materiales y estrategias para desarrollar la parte de lectura del método. Me pareció más interesante ir aportando ideas y describiendo los materiales en los momentos específicos donde se desarrollan que desgranarlos todos al final.
Estos materiales permiten a los niños sobre todo manipular de forma individual. Fueron diseñados científicamente en un contexto experimental dentro de un aula por lo tanto son materiales testados y probados. Encontraréis infinidad de versiones de estos materiales, pero lo más importante es que os aseguréis de que cumplen con las necesidades del método.
Son materiales que están configurados para ser utilizados individualmente o en grupo y poseen una característica muy pero que muy importante: son autocorrectivos. Se fomenta así la individualidad y la autonomía.
Ha sido sin duda un post muy apasionante. Obviamente hay muchísima literatura sobre este tema, yo he tratado de sintetizar lo mejor que he podido la esencia de lo que nos ocupaba que era la lectura. Os invito a investigar porque yo he aprendido muchísimo con vosotros en este tema. Seguiremos hablando del método Montessori, porque nos queda la parte de la escritura donde hablaremos de las pautas caligráficas. Eso será más adelante, porque en la próxima entrada vamos a terminar ya con los métodos sintéticos de lectura y hablaremos del método gestual. ¿Os acordáis de Micho? ¡Nos vemos!
👨🔧AUTORÍA: Óscar Alonso 📚LUGAR DE PROCEDENCIA: La Eduteca
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